daniel castillo

[Juan Pablo Caneo] El legado de Fidel

Por casi medio siglo mantuvo Cuba a Fidel Castro en la cabeza de su gobierno, antes de pasar este a manos de su hermano Raúl, cual monarquía tradicional. Si bien pueden discutirse la veracidad de ciertos datos, no es menor que la ONU, Unicef, la OMS y demás organismos internacionales avalen un legado positivo del dictador cubano, mejoras en salud, alfabetización, educación, desarrollo humano, entre otros. ¿Son estos avances -que suponemos reales- base suficiente para avalar al líder comunista? ¿Basta con enrostrar esta parte del legado de Fidel para borrar de un plumazo esa otra parte de su legado que incluye miles de torturados, desaparecidos, asesinados, exiliados forzosos y los millones de cubanos que se ven desde 1959 privados de las más básicas libertades? No, evidentemente no basta, tal como el "milagro económico chileno" no bastó para justificar las atrocidades de la dictadura militar. Leer en: El Mercurio

[Daniel Castillo] Fisco grande, ¿mayor igualdad?

¿Quién dijo que mientras más engordemos el Fisco más retribución habrá? En lo relativo a la fiscalidad, el sistema usado en Irlanda no dista mucho del usado en Chile. Aun así, el sistema de impuestos a Irlanda le permitió bajar 0,26 puntos en el famoso coeficiente de Gini. En Chile solo un 0,02. ¿Qué debemos hacer entonces para mitigar el índice de desigualdad? ¿Seguir aumentando los impuestos? No, la respuesta es una sola: responsabilidad y eficacia en el gasto público. Con la Ley de Presupuesto de este año ya nos enteramos de algunos gastos descabellados que sale de los bolsillos de los chilenos, como la destinación de 7500 millones de pesos por parte del Estado a los partidos políticos en este año. Eso equivale costear aproximadamente a 1500 estudiantes un año completo de Medicina en la Universidad de Chile. Lo mismo sucede con la paga a gerentes de Codelco que en 2015 pudieron costear, aproximadamente también, a otros 1000 estudiantes de medicina. No olvidar tampoco que los países que cuentan con los más grandes gravámenes no son necesariamente los que apuntan a un crecimiento económico, ni mucho menos buscan la igualdad en la riqueza o distribución.   PUBLICADO EN: El Mostrador