katherine porras

[Entrevista] Katherine Porras, presidenta CED PUCV y directora de investigación de Equidad Ξ

LEER EN: Mercurio Valparaíso | Nació en Lima, Perú, pero no tiene duda en decir que "ahora mi país es Chile". Y claro, es que ya han pasado siete años desde que Katherine Porras Mendo llegó a estas latitudes a pasar junto a su padre y su familia las fiestas de fin de año. A sus 22 años, Katherine es la nueva presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), logrando con esto, ser la segunda mujer en la historia en liderar el centro de estudiantes de la carrera, que aglutina el mayor número de alumnos. Desde su puesto, Katherine intentará potenciar algunas falencias que existieron en la directiva anterior. Asimismo, cree que la reforma educativa no está siendo llevada por buen camino y que es urgente una nueva ley de inmigración. -¿Cuál el significado que le entregas a haber sido electa como presidenta del Centro de Alumnos de la Escuela de Derecho de la PUCV? Me sentí muy agradecida con mi escuela. Fue un sentimiento muy bonito de integración por el hecho no sólo de ser peruana, sino también por el hecho de ser mujer. Soy la segunda mujer en la historia en ser presidenta del Centro de Estudiantes. Nunca se tomó en cuenta si yo era mujer o si era de nacionalidad peruana, al contrario, se tomaron en cuenta mis cualidades personales; además, del trabajo que realizó el equipo. - ¿Cómo nace la motivación para aceptar el desafío de liderar este centro de estudiantes? Estuve participando en dos listas anteriores debido a que siempre me gustó la idea de hacer una mejor escuela. Luego se me acercó un grupo de amigos y me hablaron

[Katherine Porras] Una oportunidad a los inmigrantes

En Chile, mi profesora de historia me decía con mucho cariño “mi querida inmigrante”. Así como ella, otras personas me trataron con afecto y comprensión cuando llegué a este país, aunque la comunicación era difícil por la diferencia de acentos. Aun cuando mis costumbres son distintas, me integraron. Pero no todos tienen mi suerte. Cuando digo que soy peruana lo primero que me dicen es: ¡No lo pareces! Porque se supone que el peruano es moreno y chico. ¿Acaso todos hemos de ser iguales? El color, la estatura o la nacionalidad de una persona no dicen nada de ella. Mi crítica no va dirigida solo a chilenos; en Perú, por ejemplo, también hay compatriotas que harán más fácil la vida, o conseguir un trabajo, a un extranjero si es blanco y alto. El racismo y la xenofobia son males que afectan a muchas personas, quienes desde la ignorancia no tienen nada mejor que hacer que atacarnos. Chile podría hacer la diferencia. Nuestros hermanos haitianos, colombianos y peruanos, entre otros, desean una oportunidad. “Chile es el país de las oportunidades”, es lo que escucha el inmigrante. No el país de los beneficios sociales, no el país donde todo es gratis o donde te aceptarán felices. Solo el país que da una oportunidad, donde en base a sudor y lágrimas se pueden alcanzar los sueños. Para un inmigrante eso basta. Yo agradezco la oportunidad que se me dio. Ahora solo pido lo mismo para tantos otros que necesitan de todos nosotros.   Katherine Porras Directora de Investigación de Equidad Ξ Presidenta Centro de Alumnos Derecho PUCV   Leer en: La Tercera | El Demócrata