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Claramente no se puede comparar a totalidad a la dictadura chilena con la venezolana cuando se toma como factor la violencia directa que ejerce el gobierno sobre opositores. Aunque la Guardia Nacional Bolivariana haga un horrible uso de la fuerza, no es del calibre de varias dictaduras que han estado presentes en la historia latinoamericana. Esto porque el poder de las redes sociales lo hace imposible.

Al igual que en Cuba, el ser visible no permite que fuerzas gubernamentales desaparezcan a opositores como en el siglo pasado. En esto, las redes sociales son una herramienta para defender libertades y evitar, al menos, la muerte de quien se exprese en contra del gobierno.

Pero no esperemos a que haya una Caravana de la Muerte en Venezuela para reconocer que es una dictadura. Agradezcamos que la oposición puede todavía expresarse, lo que podría cambiar con las constantes intenciones de regular las redes sociales en el país. No esperemos a que la golpeada libertad de expresión en Venezuela se extinga para salir a defenderla.

En fin, le pido a varios personeros de izquierda que acuse de doble estándar a quienes hacen apologías de la dictadura chilena. Al resto déjennos defender libertades en Venezuela.